El territorio
paraguayo alberga a 19 pueblos
indígenas, de cinco familias
lingüísticas, y
cada uno tiene su propia lengua.
Actualmente, seis de ellas están
en peligro de extinción
¿Cuáles son y
qué implica que estén
en riesgo de desaparición?
A lo largo de
la historia paraguaya, las comunidades
indígenas resistieron
la colonización española,
la esclavitud a través
de las figuras de mita y yanacona,
así como el despojo de
sus tierras y el abandono estatal,
situaciones que, a su vez, repercutieron
en mortandad.
Entre las reivindicaciones
de sus derechos, los 19 pueblos
indígenas buscan mantener
su identidad cultural, siendo
la lengua uno de sus elementos
más importantes.
Nota
relacionada: Paraguay teme
la desaparición de seis
de sus 19 lenguas indígenas
De acuerdo con
la Secretaría de Políticas
Lingüísticas (SPL),
seis lenguas indígenas
están en peligro de extinción.
Esto se identificó en
el marco del Año Internacional
de las Lenguas Indígenas,
en 2019, en proclamación
de la Asamblea General de las
Nacional Unidas.
Cada familia
lingüística es un
grupo de lenguas que tiene un
origen histórico en común
y una relación de parentesco.
En el territorio nacional habitan
cinco, que son el Zamuco, Mataco,
Guaraní, Guaicurú
y Maskoy. A esta última
familia pertenece el pueblo
Guaná, conocido también
con el nombre de Kashkiha. Su
lengua es hablada solo por el
1,01% de sus miembros, según
la SPL.
La directora
de Documentación y Promoción
de Lenguas de la institución,
Nieves Montiel, remarcó
que se trata de la lengua que
concentra mayor debilidad, porque
solamente unos pocos ancianos
hablan la original, además
de que son una pequeña
población. El último
censo registró a 393
habitantes.
Otro motivo que
representa un riesgo es la fuerte
inclusión del guaraní
paraguayo por parte de los miembros
de la comunidad, que se encuentran
asentados en los departamentos
de Concepción y Alto
Paraguay.
2.2. Tomárãho
Montiel aseguró
que la lengua de los Tomárãho
“realmente está en peligro”,
porque su población es
solamente de 152 personas. Refirió
que son de la familia de los
Zamuco, y que son parientes
lingüísticos de
los Yshir y de los Ayoreos.
“Aunque ellos
en mayor porcentaje todavía
hablan la lengua, el problema
es que ya son muy pocos”, afirmó.
De hecho, la
SPL afirma que el 100% de su
población habla su lengua,
pero también mantiene
contacto lingüístico
con el castellano y escasamente
con el guaraní.
La única
comunidad de este pueblo originario
está asentada en Puerto
María Elena (Pitiantuta),
Fuerte Olimpo, Alto Paraguay.
La lengua del
pueblo Manjui, de la familia
Mataco, es hablada por el 83,33%
del total de la población
que tiene 582 habitantes. No
obstante, existen comunidades
de esta etnia que tienden a
adoptar otras lenguas.
La directora
de Documentación y Promoción
de Lenguas Indígenas
de la SPL aseguró que
solo una comunidad habla la
que es propia, debido al contacto
que existe con otros pueblos
|
originarios y
con la sociedad paraguaya. Se
asientan en el Departamento
de Boquerón.
La institución
sostiene que se evidencia la
existencia de comunidades en
acelerado proceso de guaranización,
y una de ellas, por su composición
interétnica, tiende a
hablar en nivaclé.
4. Ava
Guaraní
Una de las lenguas
que corre el riesgo de desaparecer
también es la del pueblo
Ava Guaraní, de la familia
lingüística Guaraní,
cuya población es la
más elevada de entre
todos los pueblos originarios
del país.
En el último
censo fueron registrados 17.921
habitantes, de los cuales solo
el 5,84% utiliza aún
la lengua original. Esto es
consecuencia del contacto que
mantienen las comunidades de
esta etnia con la población
no indígena, señaló
Nieves Montiel. “El alto porcentaje
habla ya en un guaraní
paraguayo, y va dejando atrás
la lengua propia”, remarcó.
Según
la SPL, los Ava tienen escaso
contacto con el castellano.
Cabe señalar que, en
el sentido político,
son un pueblo anárquico,
cuyas decisiones comunitarias
son tomadas en el aty guasu
(grupo). Están asentados
en Canindeyú, Alto Paraná,
Caaguazú, San Pedro,
Amambay y Asunción.
Angaite es la
segunda lengua de la familia
Maskoy que está en peligro
de extinción, y también
tiene una numerosa población
de 5.992 habitantes, pero solo
el 9,6% habla su lengua, resaltó
Montiel.
Sus comunidades
están asentadas en los
departamentos de Presidente
Hayes y Alto Paraguay, y tienen
contacto con el guaraní
paraguayo, según la SPL,
y de forma más escasa
con el castellano.
La mayoría
de los indígenas de esta
etnia viven en estancias, por
una cuestión de sobrevivencia;
pero, para conservar la memoria
de sus antepasados, organizan
bailes y ceremonias rituales.
Actualmente,
existe un proyecto para evitar
que su lengua se extinga. Pedro
Padrón es uno de los
miembros de la comunidad que
vive en el Chaco y, junto a
su padre, don Aníbal,
intentan rescatarla documentando palabras
y conversaciones en angaite.
6. Sanapaná
El tercer y último
pueblo de la familia Maskoy
que está en riesgo de
desaparición es el Sanapaná,
y corre el mismo peligro que
los Guaná y
Angaite. Están asentados
en Presidente Hayes y Alto Paraguay,
con 2.866 habitantes.
La
lengua propia es Sanapaná
payvoma y es hablada por el
42,95% de la población.
Mantiene contacto con el guaraní
paraguayo y, escasamente, con
el castellano.
Le
puede interesar:
Ejecutivo
declara Año Internacional
de las Lenguas Indígenas
“Estas
son las lenguas que están
con menor vitalidad en nuestro
país, no podemos afirmar
que están aseguradas,
o que las etnias están
fuera de peligro”, señaló
Nieves Montiel, teniendo en
cuenta que cada vez entran en
mayor contacto con la población
no indígena.
Según
su criterio, esto influye en
su medioambiente, por el acceso
a la tecnología y muchos
otros factores que hacen que
los jóvenes vayan dejando
de usar la lengua propia y asuman
otra de contacto.
Consultada
sobre qué pasaría
si una de ellas llegase a desaparecer,
dijo que se perderá un
grado de diversidad en la cultura.
“Se pierde su riqueza cultural,
lingüística y la
manera que tienen de ver el
mundo (…). Perdemos como país,
como humanidad, y los pueblos
pierden mucho, porque pierden
su identidad”, concluyó. |