Por
segunda vez, en noches seguidas,
la charla del distinguido visitante
de Buenos Aires fue interrumpida
por un tiroteo. Durante el estudio
bíblico, una bala pasó
por la ventana silbando. No
hubo heridos; pero tal fue el
susto que todos agacharon la
cabezas y, de ahí en
adelante, resolvieron reunirse
durante el día. La visita
del Obispo Every en noviembre
a las congregaciones anglicanas
de Paraguay, no fue el único
trabajo que sufrió a
causa del ambiente de la revolución
ocurrida en 1911.
Ahí,
en Belén, el Dr J. W.
Lindsay tenía una preciosa
carga, fruto de años
de labor, que quiso llevar a
Inglaterra, su país natal,
no por razones comerciales,
sino, como última y necesaria
etapa de su obra de traducción
nacida de su gran deseo de compartir
las riquezas de Cristo con los
paraguayos Guaraní hablantes.
Lindsay, que se había
establecido en Belén
en 1902, tenía listo
para publicar los cuatro Evangelios,
los Hechos de los Apóstoles
y la Epístola de Pablo
a los Romanos. Todos estos trabajos
estaban traducidos al Guaraní.
Por esta razón, tenía
que llevarlos a la Sociedad
Bíblica Británica
y Extranjera en Londres, cosa
que fue imposible mientras duró
la incertidumbre en el país.
Su
carrera misionera había
empezado en el año 1899,
cuando la South American Missionary
Society (SAMS Sociedad Misionera
de América del Sur) le
envió a Paraguay para
trabajar en en el Chaco. Lamentablemente,
sus esperanzas fueron frustradas.
Dicho en sus palabras: "Las
dificultades que se presentan
en el trabajo entre los indígenas
de la región chaqueña
son tan grandes que hacen imposible
la tarea de llevar a cabo una
obra médica misionera
en esta región. Es por
esa razón que no podemos
señalar a la obra médica
misionera como más ventajosa
en comparación con las
otras formas usadas, para ganar
la confianza y la gente para
Cristo".
Era
obvio que los indígenas
tenían más confianza
en sus propios métodos
de resolver los problemas de
salud (el chamanismo): "...
la gente o me mira con indiferencia,
como otro miembro más
del equipo, o, en el caso de
los |
más
ancianos, con gran sospecha
creyendo que quiero socavar
sus supersticiones". Otro
problema que identificó
el médico fue el hecho
que las comunidades indígenas
eran pequeñas. Estaban
muy esparcidas, además.
Dos días de viaje entre
las tolderías más
grandes hacía difícil
pensar en establecer una clínica
central con la esperanza de
alcanzar a todos.
Por lo tanto se estableció
a orillas del Río Paraguay,
frente a Concepción.
De ahí pudo viajar a
las otras misiones tierra adentro.
Ahí también atendió
a la gente de Chaco'i y Concepción,
asistiendo a más que
doscientos pacientes en 1901.
Esta experiencia confirmaba
su convicción que "..
este trabajo en Paraguay (es
decir Paraguay oriental) se
desarrollaría muy rápidamente,
ya que tenemos la simpatía
de toda la gente culta e inteligente
y la gratitud de muchos pobres".
Su esperanza fue que la SAMS
estableciera una obra en Paraguay
oriental. Pero, la falta de
obreros en la misión
al Chaco, al mismo tiempo, hacía
pensar en lo poco probable que
sería abrir una nueva
obra.
No
es de sorprender, entonces,
que el 21 de junio de 1902 terminó
su trabajo con la sociedad misionera
y se mudó a Belén
con otros dos ex-misioneros
del Chaco. Ahí resolvió
vivir y trabajar como un doctor
creyente sin hacer una obra
misionera 'formal'. Su inspiración
vino no solamente de su experiencia
en Concepción, sino también
de la experiencia de un tal
Dr. Bottrell en Villa Rica.
Lindsay describió el
trabajo de este doctor inglés
así:
"Tiene
un alcance vasto; la gente viene
en manadas de todas partes de
Paraguay para una consulta.
Es conocido como cirujano habilidoso
y médico exitoso en todo
el país. Con una misión
médica en Villa Concepción
podríamos alcanzar toda
la parte norte de la República.
Podríamos usar la influencia
y popularidad de la obra médica
como medio para introducir el
evangelio...Es patente que el
campo de la obra médica
misionera en esta región
de Paraguay es amplia como,
también, la oportunidad
que, sin lugar a duda, tendría
de traer a la gente cara a cara
con la verdad del evangelio
de nuestro Señor Jesucristo".
POR
EDUARDO BRICE
Usado
con permiso. Del Periódico
Panorama Cristiano.
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