Nicanor
Duarte Frutos, de 46 años,
asumió el viernes 15
de agosto como nuevo presidente
de la República del Paraguay,
en medio de una severa crisis
económica que ha hecho
descender el ingreso per capita
de 1500 dólares anuales
a 940. El cambio ocurre en medio
de la desconfianza ciudadana
en las autoridades y la
política en general.
Duarte
Frutos, del gobernante Partido
Colorado, ganó las elecciones
del pasado 27 de abril con un
37 por ciento de los votos,
el resultado más bajo
obtenido en la historia de esta
agrupación política,
que lleva ya 56 años
de gobierno ininterrumpido en
Paraguay.
De acuerdo
a los resultados electorales
la oposición tendrá
mayoría en el Congreso,
pero se ha comprometido con
el mandatario electo a trabajar
en pos de la reactivación
económica. En los últimos
4 años Paraguay ha vivido
una constante crisis, llegando
incluso a registrar un crecimiento
negativo del 2 por ciento anual.
Duarte
Frutos fue ministro de educación
en los gobiernos de Wasmosy
y González Macchi, y
en ese campo le espera un desafío
bien conocido pero nunca enfrentado
con éxito: el analfabetismo
real y funcional que bordea
el 56 por ciento, en un país
donde la inversión pública
en educación no pasa
del 2% del producto interno
bruto, uno de los más
bajos de la región.
Nicanor
Duarte Frutos se encuentra en
una de las encrucijadas más
complejas para un mandatario
colorado. Si cambia el estilo
de gobierno pondrá en
peligro el sistema de prebendas
que ha sido la base de sustentación
política de este partido
por más de 50 años,
pero si deja las cosas tal como
están no podrá
llegar muy lejos, ya que la
situación económica
es insostenible sin reformas
profundas y dolorosas. |
|
El alto
índice de corrupción
y la sospecha de que la administración
pública paraguaya no
se mueve sin sobornos, ha llevado
a esta nación a ocupar
un sitio entre las más
corruptas del mundo, según
la organización Transparencia
Internacional con sede en Berlín.
Por su parte, la ciudadanía
percibe la corrupción
como una de las grandes enemigas
del desarrollo. En Paraguay,
muchos afirman que no existe
un Estado corrupto sino un estado
de corrupción, y terminar
con esta fama será una
de las tareas mayores del mandatario
electo.
Duarte
Frutos es consciente de este
desafío y afirma que
las mafias intentarán
matarlo o derrocarlo, pero que
está dispuesto a enfrentarlas
una por una. Más
allá de sus buenas intenciones,
se le cuestiona que muchos de
sus ministros y su entorno más
próximo sean personas
ligadas a los grupos que, según
él mismo afirma, intentarán
acabar con sus sueños
de hacer del Paraguay un país
distinto.
Algunos
describen a Duarte Frutos como
el Gorvachov del Partido Colorado,
parangonando al líder
soviético que con la
Perestroika y el Glassnost terminó
enterrando al sistema soviético
y al Partido Comunista que sostuvo
el régimen por mucho
tiempo.
Por
otra parte, en Asunción,
el juez Hugo Sosa Pasmor determinó,
a través de una resolución,
que se impida la salida del
ex mandatario González
Macchi del país como
fase previa a su inminente detención
por casos de corrupción
durante su administración.
El destino del mandatario anterior
es el mismo que todos aquellos
que le precedieron en el cargo.
Nicanor
Duarte Frutos, un ex periodista
del diario Ultima hora y funcionario
público del área
de educación en la última
década, debe escribir
la crónica del nacimiento
de un nuevo país o el
epitafio de un modelo del que
es uno de sus hijos pródigos.
El opositor líder de
Patria Querida, Pedro Fadul,
afirmo que "por sus frutos
los conoceréis"
echando mano a una frase bíblica
y demostrando que en el Paraguay
de hoy hay más esperanzas
que expectativas, aunque la
realidad económica no
dé para una espera más
larga |