Por
Ingrid Villalba, ivillalba@uhora.com.py
"Que
lo urgente, no te impida hacer
lo importante", dice una
frase popular. Hace 9 meses
el Ministerio de Salud Pública
posterga respuestas para el
Hospital del Indígena
que funciona en Limpio.
Si bien pueden alegar que
el país estuvo primero
con epidemia de dengue, y luego
con pandemia global de influenza
A H1N1, no hay excusas para
la situación en que se
encuentra el lugar.
En noviembre del año
pasado la doctora Librada Trejo,
que oficiaba de directora médica
del lugar, asumió la
dirección general dejando
vacante su anterior puesto que
hasta el momento no ha encontrado
reemplazante. Trejo
va todos los días a hacer
lobby a la cartera sanitaria,
buscando cambiar esa historia,
pero hasta ahora no tuvo suerte.
Y conste que ese no es el único
reclamo de la institución.
Hace un mes tampoco tienen
director administrativo, y hace
cinco meses están sin
doctor de guardia en el horario
que va de viernes al mediodía,
a sábado al mismo horario.
En los turnos de mañana
y tarde de los días de
semana, cuentan apenas con una
licenciada en enfermería
para atender a 48 camas de internación,
que están distribuidas
en dos pisos. De modo
a brindar una atención
óptima a los pacientes,
esta cantidad debería
aumentar al menos a 6 de estos
profesionales. Pero
los fines de semana son peores,
ya que durante el día
ni siquiera tienen licenciadas
y suplen este faltante con la
presencia de cuatro auxiliares.
DISCRIMINACIÓN.
La licenciada Mónica
Zárate, jefa del departamento
de enfermería del nosocomio,
comenta que es muy difícil
remitir un paciente indígena
debido a que generalmente llegan
con una enfermedad muy avanzada,
y la atención que requieren
es muy compleja. "Derivamos
al Max Boettner y a Clínicas,
pero conseguir el lugar y el
traslado es un problema. Cuando
decimos que es del Hospital
del Indígena dicen que
no. Luchamos con eso. Si no
conseguimos con los hospitales
llamamos a |
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SEME
y pedimos que ellos busquen,
o sino se habla con los directores
generales del Ministerio para
que ellos ordenen algún
lugar", expresó.
Agregó
por otro lado que si bien tienen
48 camas, la cantidad de pacientes
que atienden es mucho mayor,
ya que cuando un indígena
llega buscando atención
médica, lo hace con por
lo menos cuatro a cinco familiares.
Semanalmente reciben por ejemplo
pacientes con tuberculosis,
y en ese caso, todos sus familiares
deben recibir medicación
y ser sujetos de un seguimiento.
Al recorrer el lugar se
observa que en una cama duermen
por lo menos madre e hijo, pero
el colchón puede albergar
a muchos pacientes más.
Por otro lado y continuando
con la lista de falencias del
lugar, se puede comentar que
la institución cuenta
con dos ambulancias. Actualmente,
sin embargo, solo una está
en funcionamiento.
Tienen dos choferes que trabajan
de 6 de la mañana a 6
de la tarde, y si a partir de
esa hora surge alguna urgencia,
deben recurrir al centro de
salud de Limpio o de Mariano
Roque Alonso. Están,
además, sin guardia de
seguridad la mayoría
de los días, ya que solo
cuentan con uno que viene cada
tres días. LO
BUENO. Lo que sí hay
en el Hospital del Indígena
son medicamentos. Cubren los
requerimientos de los nativos
que son atendidos en otros centros
asistenciales, y envían
lotes de remedios a las comunidades
del interior. También
tienen medios de diagnóstico:
laboratorios, radiografía,
ecografía y electrocardiograma.
Y otro aspecto positivo entre
tantas carencias, brindan además
alimentación a los pacientes
y sus acompañantes.
BREVE LISTADO DE LAS CARENCIAS
DE UN NOSOCOMIO ABANDONADO
Médico de guardia
del día viernes al sábado.
Cinco licenciadas en enfermería
para el turno mañana
de los días de semana.
Seis licenciadas para los
turnos de fines de semana.
Guardia de seguridad. El
que tienen actualmente va cada
tres días. Mayor
espacio entre las camas de internación.
Una sala de aislamiento
mejor preparada para los enfermos
de tuberculosis. Director
médico Director
administrativo. Arreglo
de una de las ambulancias que
no funciona. Choferes
nocturnos para las ambulancias.
Un albergue para los familiares
de los pacientes. Aparatos
para medir la presión.
Cuentan con algunos, pero ya
son obsoletos. Elementos
de osteosporosis para las roturas
de huesos.
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