Ultima
Hora Miércoles/12/SETIEMBRE/2007
Nativos Aché luchan
desesperados contra incendios
Nativos
aché enfrentan desesperados el fuego
que quema a estas horas y desde hace 3 días
sus bosques en la comunidad de Kuêtuvy
y amenaza sus casas, al sur de la reserva
natural Mbaracayú. Hacen un llamado
de auxilio a las autoridades nacionales.
Pobladores aché de la comunidad de
Kuêtuvy (Departamento de Canindeyú),
al sur de la Reserva Natural del Bosque
Mbaracayú, pelean desesperados y
a brazo partido contra las llamas tratando
de evitar que quemen sus yerbales y casas,
aunque ya no logran salvar parte de sus
bosques que fueron consumidos.
Enrique
Sánchez, profesor de la escuela del
asentamiento, explicó que hace 24
horas todos los adultos incluyendo los adolescentes
están internados en el monte apagando
el incendio que ya arrasó con por
lo menos 2 mil hectáreas de selva
entre la Reserva del Maracayú y la
reserva indígena de Kuêtuvy.
Asimismo lanzó un pedido de auxilio
a las autoridades nacionales para que envíen
medios a fin de salvar lo poco que les queda.
Hace
2 días las llamas rodearon el caserío
en el centro de la aldea, pero fueron sofocadas
con un poco de agua, machetes y palos, los
únicos elementos con que cuentan
y que están utilizando en la zona
de los yerbales.
La
humareda cubre densamente todo el poblado
y existe temor de que comience a afectar
fuertemente la salud de los pobladores,
principalmente de los cerca de 80 niños
de una población de 140 personas
aproximadamente.
Los
primeros síntomas visibles -según
Sánchez- ya aparecieron con picazones
oculares y eventuales problemas respiratorios.
Los
poblados de otra etnia, los Ava Guaraní,
que habitan la zona ya fueron arrasadas
por el incendio, según el maestro.
Los cultivos de subsistencia perecieron
bajo el fuego y un volumen incalculable
de animales silvestres migra desesperado
hacia zonas seguras cuando no perecen sofocados.
Kuêtuvy
es el último asentamiento aché
(de 6) conformado hace 5 años y es
el primero que tiene a una mujer como cacique,
Margarita Mbyvângi, quien está
con su gente tratando de hacer frente a
la quemazón que de momentos se torna
incontrolable por los fuertes vientos, según
datos recogidos en la zona.
|