STARTSIDEN   VÅRE SIDER    MISJON    BOKPROSJEKTET   PARAGUAY   INDIANERNE   FILM   BILDER   SØK   LINKER   OVERSIKT   KONTAKT

 

 Ultima Hora sept 2007

 

EL PAÍS EN LLAMAS

Niños aché se unen a la lucha contra el fuego

Por Miguel López

 

iños de todas las edades de la comunidad aché de Kuêtuvy acarrean agua en improvisados recipientes para ayudar a apagar el fuego que consume desde el lunes parte de sus bosques, al sur de la Reserva del Mbaracayú, en el departamento de Canindeyú. Las llamas avanzan amenazantes hacia sus casas, en medio de la humareda que ya empezó a afectarles la salud.
Mientras los mayores y adolescentes se mantienen internados en la espesura luchando contra las llamas, con machetes y palos, los más pequeños, conjuntamente con las mujeres, se trasladan varios kilómetros ?a través de caminos internos? en incesantes marchas en un extremo intento por salvar su lugar de vida, unas 4.500 hectáreas de remanente de la casi extinta mata atlántica.
Bernardo Franco, maestro de la escuela indígena del asentamiento, explicó que la situación que viven en el lugar es desesperante y ver a los niños hacer un esfuerzo sobrehumano pone más dramatismo al caso.
La comunidad de Kuêtuvy, creada hace cerca de 5 años, está integrada por 150 personas, de las cuales 90 son niños y alrededor de 20 ancianos. Este sector de la población es la que más está acusando el impacto de la humareda densa que respiran desde hace varios días y que ya empezó a provocarles conjuntivitis y problemas respiratorios.
El pasado martes, el fuego llegó a unos metros de las chozas, pero fue sofocado en una rápida reacción. Simultáneamente, las llamas avanzaron en la zona de los yerbales en medio de la espesura, hasta donde debieron ingresar los nativos y permanecer hasta hoy para evitar que las llamas siguieran consumiendo la selva.
NO LLEGA AYUDA. "Ya casi todos están debilitados porque escasea la comida, los cultivos de autosustento se quemaron completamente y no llega ninguna ayuda", expresó por su parte Enrique Sánchez, otro profesor de la escuela indígena.
Anoche el humo volvió a inundar fuertemente la aldea aché, presagiando el avance progresivo de las llamas.
Hasta el momento y pese a los pedidos hechos a la Secretaría de Emergencia Nacional y al Ministerio de Salud Pública desde el martes pasado, ninguna ayuda llegó a Kuêtuvy. Para esta mañana anunciaban la llegada de un contingente militar del destacamento de Curuguaty para apoyar en las tareas de combate al incendio.
El fuego que consume la reserva indígena de Kuêtuvy es parte del foco más grande que también afecta a la reserva de la biosfera del Mbaracayú, que ya perdió más de 2 mil hectáreas de bosque. En la zona no llueve hace más de 3 meses.
Margarita Mbyvângi, cacique de la comunidad, señaló que la salud de niños y ancianos progresivamente se está deteriorando y que ni siquiera pueden evacuar a su gente por falta de medios. "Aunque sea a Yvypytâ (pueblo de blancos ubicado a 8 kilómetros del lugar) nos gustaría llevar a nuestros hijos y abuelos", manifestó.
La población aché que ahora está siendo afectada por el incendio es parte del grupo que estuvo 4 meses en la plaza Italia, Asunción, entre mayo y agosto, reclamando el traspaso de tierras a la comunidad de Chupa Pou, trámite hasta ahora no finiquitado por el Poder Ejecutivo.
"LA SITUACIÓN ES DESESPERANTE"
Las clases en la escuela de Kuêtuvy están suspendidas por fuerza mayor. En la comunidad hay momentos en que nadie está porque todos se encuentran apagando el fuego en la selva. Solo los bebés permanecen con sus madres, refugiados en las chozas o bajo las sombras, aunque sometidos siempre al rigor del humo. Para el profesor Bernardo Franco, "la situación es desesperante". Reconoce que es difícil traducir en palabras lo que se ve y se siente. Los árboles arden y pareciera que todo esfuerzo es insuficiente. En su relato, la voz se le quiebra y dice que es tal la situación que hasta las cenizas amenazan con volver a prenderse.

 

 

Copyright ® 2012 www.pymisjon.com