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Hora 18. september 2007
Cacique aché reclama
ayuda tras incendio de bosques
Cacique
aché denuncia en Asunción
quema de sus bosques y falta de ayuda oficial.
Detalló la manera dramática
en que salvaron parte de su resreva natural.
"Perdimos
parte de nuestras vidas", señaló
con notorio pesar Margarita Mbyvângi,
cacique aché de la comunidad de Kuêtuvy,
en Canindeyú, cuyos bosques ubicados
al sur de la reserva de la biosfera Mbaracayú
en gran medida fueron consumidos por el
incendio que afecta al país desde
hace 20 días.
De
visita por Asunción, hasta donde
llegó desesperada en busca de ayuda
por la no asistencia de los organismos públicos,
la primera mujer que dirige los destinos
de un grupo aché hizo un paralelismo
entre el incendio del supermercado Ycuá
Bolaños y sus bosques. "En aquel
lugar (el supermercado) se perdió
mucho. Bueno, nosotros también perdimos
mucho, tal vez mucho más porque de
esa selva vivíamos y ahora murieron
no solo los animales y las plantas sino
también nosotros morimos un poco",
lamentó.
Describió
desgarradoramente la manera en que los animales
silvestres salían desahuciados, huyendo
sin rumbo, mientras las llamas devoraban
todo a su paso. Habló de un jaguar
hembra que corrió agonizante al verlos.
"Estaba con la piel quemada y en el
lugar permanecía muerto su cachorro.
Es probable que se haya sacrificado tratando
de salvar al hijo", comentó.
Explicó
que el lugar quedó desolado. Gran
parte de las 4.500 hectáreas de selva
que tenía la que constituye primera
reserva indígena, fue quemada. Lo
que pudo salvarse, entre ellos un sector
de los yerbales bajo monte que cultivan
para subsistir a futuro, fue mediante el
incansable esfuerzo de toda la población.
Mientras los hombres peleaban contra las
llamas día y noche -entre el martes
y el viernes-, los niños y las mujeres
acarreaban agua en pequeños bidones
tratando de sumar esfuerzo en la lucha por
salvar la selva.
Mbyvângi
explicó que ahora las secuelas empiezan
a verse en la población. Después
de aspirar tanto humo, y peor aún
humo caliente, algunos adultos y niños;
y principalmente los bebés comenzaron
a mostrar cuadros de dolor de pecho, dificultad
en la respiración y ardores intensos
en los ojos. Por cuerda paralela corre la
falta, cada vez más crítica,
de alimentos ante la destrucción
casi total de las chacras de autoconsumo.
La
ayuda de Emergencia Nacional y de Salud
Pública que es gestionada por personas
particulares desde el pasado martes a favor
de los aché hasta esta tarde no había
llegado.
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