Hace casi 40 años que Lars Førland es misionero enviado de la Iglesia Salem. Durante el último tiempo ha estado enfermo; sin embargo, el Señor es bueno:
Déjenme repetirlo, porque constituye un tema de gratitud para mí: El Señor me ha dado fuerzas y salud para continuar en el ministerio.

Permítanme repetirlo, pues constituye un gran tema de gratitud para mí: El Señor me ha dado fuerzas y salud para continuar en el minsterio, enseñando en las escuelas bíblicas y en las reuniones. De hecho, recordando los últimos 10 años, no he recibido tantas invitaciones y tenido tantas puertas abiertas, como en este último año. Es imposible cumplir con todas. Todas estas invitaciones de las iglesias dentro del movimiento de Filadelfia y de otras denominaciones, sin embargo, reflejan la gran necesidad que tiene de recibir visitas de afuera además de una gran falta de estudios bíblicos.

A principios de octubre estuve en una ciudad cerca de la frontera en el sur, en una iglesia pentecostal fundada por la misión brasilera. Desde antes conocía al líder, quien me había invitado hacía tiempo, y ahora tuve la oportunidad de estar en tres reuniones durante un fin de semana, lo cual fue una experiencia muy linda. En realidad, me había imaginado una pequeña iglesia; sin embargo, me encontré con una iglesia grande y fuerte en un

edificio que tenía espacio para entre 300 y 400 personas. La iglesia estaba casi llena de gente en el culto del domingo en la noche, y había una gran multitud que buscaba ser renovados en esa noche. Durante los días de la semana me dedico a la preparación y enseñanza en la escuela bíblica en la capital que pertenece a las iglesias de Filadelfia. El tema esta vez fue "Evangelización personal". Durante el mes de noviembre habrá nuevas clases donde hablaremos sobre la Escatalogía (los últimos tiempos y la venida de Cristo, etc.).

En estos momentos estoy a punto de partir a Brasil donde he estado anteriormente. Se dice que los indígenas, tarde o temprano, vuelven a los bosques donde se criaron cuando niños o jóvenes. Yo llegué a Brasil cuando tenía 27 años,- y mañana estaré viajando por las áreas donde comenzamos nuestro minsterio.
Visitaremos una iglesia cuyo pastor es un amigo muy querido desde nuestros tiempos en Brasil. Nunca me olvidaré de ese joven que entró borracho en nuestra iglesia y que esa misma noche entregó su vida al Señor. Este hermano, llamado Darci, lleva muchos años en el ministerio en el reino de Dios. Ha construido 12 iglesias y servido como pastor en varias iglesias. La iglesia que está pastoreando ahora tiene aproximadamente 1000 miembros.

Que el Señor les bendiga.

Un cordial saludo de

Lars Førland