Indígenas
mbya de la comunidad Arroyo
Claro, departamento de Itapúa,
pidieron la mediación
del Instituto Paraguayo del
Indígena (Indi) para
el desalojo de unas 100 familias
campesinas que invadieron las
tierras que legalmente les pertenecen.
Los
indígenas viven hoy en
una reducida parcela, sin embargo
los campesinos cultivan impunemente
sus tierras. El ente indigenista
remitió una nota al presidente
del Instituto de Bienestar Rural,
Erico Ibáñez,
para que reubique a los invasores
que están causando daños
irreparables al territorio de
los nativos.
No
es la primera vez que el Indi
recurre al IBR. En anteriores
ocasiones solicitó a
la fiscalía el desalojo,
pero a iniciativa del ente agrario
que prometía la reubicación,
no se procedía al cumplimiento
de la disposición judicial.
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El
presidente del Indi, Oscar Centurión,
dijo que esta vez los mismos
nativos y sus asociaciones pidieron
el desalojo.
Los
campesinos invadieron la propiedad
hace cinco años. Construyeron
sus casas y crearon prósperos
cultivos e incluso arrinconaron
a los auténticos propietarios
en una pequeña parcela
de la que actualmente ya no
pueden sobrevivir.
La
deforestación que realizan
los campesinos afecta considerablemente
la fuente de agua. Los cauces
naturales perdieron su caudal,
en tanto que la erosión
inutiliza la tierra.
Los
campesinos, en principio, plantearon
la expropiación de las
tierras que invadieron, pero
como las mismas están
protegidas por la Constitución,
que dice claramente que no pueden
ser transferidas o embargadas,
ahora presionan con la reubicación
en la zona para que haya una
salida pacífica. |